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¿Cuándo es necesario llevar ortodoncia y cuándo es solo una cuestión estética? La ortodoncia es un tratamiento que promueve la corrección del posicionamiento de los dientes, por lo que su aplicación es funcional y a la vez estética, debido a que ayuda al paciente a obtener una mejora en su salud dental.
¿En qué consiste la ortodoncia?
Según la SEDO (Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial), la ortodoncia busca la normalidad en la dentadura de los pacientes, pero sin alcanzar lo ideal o la perfección en ella.
Un tratamiento como este, consiste en que los pacientes puedan obtener un desarrollo y un crecimiento considerablemente normal, procurando la armonía de los maxilares y de los dientes. Para ello, el especialista utiliza variados instrumentos que ayudan a corregir las posibles anomalías de dichas piezas.
Es así, como durante el proceso se obtienen mejoras en menor o mayor grado, dependiendo de la dificultad y del paciente. Aunque, dicho acabado, a decir verdad, por una parte mejora la función de la mordida, pero a la vez se lleva a cabo para arreglar el aspecto estético de los dientes y a la vez de la cara.
¿Edad en qué se empieza a aplicar una ortodoncia?
Es recomendable que por cualquier observación de alteración se visite a un ortodoncista a partir de los 6 años de edad. Es en esta primera etapa de vida cuando a los niños les empiezan a salir los molares definitivos, por lo que es de gran importancia que el especialista realice un análisis de proyección, en el que observa si el niño al cumplir los 12 años, sus piezas dentales encajaran correctamente.
Como medida preventiva, el trabajo del ortodoncista, es revisar a esa edad como irá produciéndose el cambio de las piezas, el contacto de las verticales con las horizontales y de la oclusión de los incisivos. Para ello, el primer paso es sacar una radiografía que revele si es necesario colocarle al niño unos mantenedores de espacio.
Este dispositivo hará que los molares permanentes, no disminuyan el espacio que está reservado para el resto de los dientes definitivos, posterior a la caída de los de leche, además, de prevenir una oclusión o mordida incorrecta.
La ortodoncia es necesaria o solo es una cuestión estética
La ortodoncia se puede entender por lo comentado hasta ahora, que no se trata solo de una cuestión estética, sino al mismo tiempo funcional. Una mordida y unos maxilares correctos son los que ayudan a masticar debidamente al hablar, al comer, etc., por tal razón, es indispensable que se tome en consideración realizarla.
El simple hecho de abrir y cerrar la boca a diario, es permitido porque la fuerza de la mandíbula, de las piezas y de los maxilares está completamente distribuida entre ellos. En el caso de no ser así, se generan dolores por sufrir una sobrecarga que los pone a riesgo de perderse, romperse o moverse.
Asimismo, tener la mordida incorrecta también puede ocasionar lesiones en la articulación temporomandibular, que se genera al producirse una contractura de los músculos de la boca al cerrarse y no encajar debidamente.
¿Quién necesita una ortodoncia?
Necesitan una ortodoncia todas aquellas personas que poseen dientes torcidos. Esta imperfección es capaz de impedir una debida masticación, además, de no permitir la correcta limpieza de los mismos, generar caries, inconvenientes con las encías, pérdida de piezas, retiro del esmalte, etc., como también problemas de inseguridad, depresión y cohibición.
Los problemas de mordida o los dientes torcidos pueden ser heredados o producirse a consecuencia de una mala salud dental, trastornos médicos, un accidente, retiro temprano de los dientes de leche, pérdida de piezas dentales definitivas, etc.
Por lo que necesitar una ortodoncia puede presentarse tanto para adultos como para niños, que no han sido vistos por un especialista desde la infancia o por inconvenientes producidos a lo largo de la vida como ocurre con los aspectos antes mencionados.
En el caso de los adultos, el ortodoncista, aplica una evolución mediante una radiografía lateral y panorámica, unas fotografías extraorales y unas intraorales, más un modelo impreso con yeso de la boca del paciente para estudiar con mayor precisión el daño que pueda tener.